Comunidad SABE: investigación para impulsar un sistema alimentario sostenible y justo

La manera en la que producimos, comemos y gestionamos los alimentos tiene un impacto en nuestro planeta y nuestra sociedad. El sistema alimentario actual ha demostrado ser una de las principales causas de deforestación y de pérdida de la biodiversidad, así como una fuente de contaminación del aire, el suelo y el agua. Esta situación se agrava si tenemos en cuenta que no garantiza la seguridad alimentaria de la población y que compromete las condiciones de vida de quienes trabajan en la cadena de valor, sin ofrecerles precios justos ni condiciones dignas. En este contexto, es urgente acelerar la transformación hacia un sistema más ecológico, inclusivo, justo y, en definitiva, sostenible. Una transformación hacia una forma de alimentarnos que cuide del medio ambiente y garantice el bienestar de las generaciones futuras.

Con el afán de contribuir a esta transición, la Fundación Daniel y Nina Carasso impulsa la creación de la Comunidad SABE (Sosteniblidad Alimentaria Basada en Evidencias). Se trata de una comunidad interdisciplinar que promueve la investigación creativa y la innovación para guiar la transición hacia la alimentación sostenible.

Desde 2012, la Fundación Daniel y Nina Carasso apoya la investigación en el ámbito de la alimentación sostenible. Primero a través de los Premios Daniel Carasso, destinados a investigadoras/es sénior, y desde 2021 mediante la Daniel Carasso Fellowship, un programa de ayudas postdoctorales dirigidas a jóvenes investigadoras/es. Ahora, con la creación de la Comunidad SABE, desde la Fundación damos un paso más para generar puentes entre la investigación y el sector, implicando a los diferentes agentes de la cadena alimentaria con el fin de generar soluciones innovadoras que den respuesta a los retos de la alimentación. 

La Comunidad SABE está convencida de que la transformación del sector alimentario requiere cambios reales y con gran impacto social. Y para lograrlo, es necesario aunar una fuerte base científica con una visión sistémica y una sensibilidad integradora, que aglutine a todos los actores del sistema alimentario. El objetivo es transformar sin dejar a nadie atrás y, a la vez, acelerar el cambio. Por eso, la Comunidad SABE está en constante evolución y crecimiento, abierta a todos aquellos que, desde sus respectivos ámbitos, estén trabajando para transitar hacia sistemas alimentarios más sostenibles.