Concomitentes, programa que impulsamos y apoyamos desde la Fundación, ha presentado los resultados de los últimos cinco años de trabajo del proyecto UCI Pediátrica en ‘Cultura que cura’. Un acto público que contó con algunas de las voces protagonistas de este proyecto que han trabajado de la mano del mediador Felipe G. Gil de ZEMOS98 y cinco enfermeros de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife para identificar cómo el arte y la cultura aportan a la mejora del cuidado emocional de pacientes pediátricos y los familiares que los acompañan durante su proceso de hospitalización.
El pasado jueves 1 de junio tuvo lugar en el CaixaForum de Madrid la presentación pública ‘Cultura que cura’, una cita destinada a reconstruir el recorrido de cinco años de trabajo y a exponer los resultados y aprendizajes de UCI Pediátrica, uno de los siete proyectos llevados a cabo por Concomitentes.
Fue Pepa Octavio de Toledo, responsable del eje Arte Ciudadano en la Fundación, la encargada de abrir el evento explicando la esencia de Concomitentes, una asociación sin ánimo de lucro creada en junio de 2018 con el apoyo de la Fundación que promueve la producción de obras de arte que conectan con su entorno social. “Cada concomitancia es única pero todas ellas comparten elementos comunes: cuentan con un colectivo ciudadano –los comitentes– con una idea o temática relevante para su comunidad, una mediadora o mediador que acompaña el proceso y la participación de artistas para materializar el deseo de esa comunidad”, describió.
La metodología en la que se basa fue formulada en 1990 por el artista François Hers y puesta en práctica con el apoyo de la Fondation de France. Desde entonces, la iniciativa ha tenido un enorme impacto social y cultural y en España se han puesto en marcha siete concomitancias en estos años, entre ellas UCI Pediátrica en Tenerife.
“UCI Pediátrica nace a raíz del deseo de dar respuesta a dos preguntas: ¿Cómo mejorar el cuidado emocional en pacientes pediátricos ingresados en la UCI de un hospital? ¿Cómo puede una obra de arte o un producto cultural ayudar en este contexto?”, explicó el mediador del proyecto Felipe G. Gil.
Con estas cuestiones sobre la mesa, en 2018, se inició el proceso de mediación junto a los comitentes: cinco enfermeros de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife –Quique Chinea, Laura León, Ruymán Miranda, Lili Quintero y Seve Torres–. “Después de muchas conversaciones y una profunda revisión bibliográfica, en marzo de 2020, nos reunimos para definir el encargo artístico que necesitábamos para mejorar el cuidado emocional de los pacientes pediátricos de este hospital y de sus familias”, relata Felipe. “De esa reunión salieron tres ideas, pero tras el estallido de la pandemia, tuvimos que paralizar el proyecto y no pudimos retomarlo hasta julio cuando contactamos con los distintos artistas para empezar a desarrollar estas propuestas”.
Finalmente, tras meses de trabajo, la concomitancia se materializó en tres obras artísticas que los propios protagonistas se encargaron de mostrar y explicar a los asistentes al evento: una biblioteca móvil, un podcast y un cuento ilustrado.
Cultura que mejora el cuidado emocional de pacientes pediátricos
La primera de las obras que se presentó fue la biblioteca móvil –llamada ‘la cuidateca’–, que ha estado a cargo del arquitecto canario, Artemi Hernández de la Oficina de Innovación Cívica, en colaboración con el artista Octavio Barrera. “Se trata de un mueble que pretende cambiar las formas de habitar en espacios de cuidados intensivos y está pensado para que pueda moverse a distintos lugares y para que sea replicable y evolutivo, a partir de las necesidades del personal sanitario”, explicó el artista Artemi Hernández. “Esta biblioteca, además de almacenar libros, incluye otros módulos con distintos elementos lúdicos e interactivos para los pacientes como una mesa de calco, una mesa de sonido y un puzzle”, puntualizó.
En cuanto a su capacidad para mejorar el bienestar de los pacientes, el enfermero y comitente del proyecto Ruymán Miranda indicó que “se trata de un elemento transformador que ayuda al personal de enfermería a interactuar con los pequeños pacientes –desde bebés hasta adolescentes de 15 años– y es el resultado de un proceso de negociación e intercambio que destapa deseos y necesidades individuales para alcanzar acuerdos y soluciones comunes”.
La segunda de las obras que se mostraron fue el podcast ‘En la UCI Pediátrica’ que está compuesto por cinco capítulos –disponibles en eldiario.es– en los que la periodista Elena Cabrera ha trabajado durante dos años para tratar de destapar los secretos que encierra la “caja negra” del entorno hospitalario: “Participar en un proyecto como este te hace ser valiente y enfrentarte a esas partes de la vida sobre las que a veces no quieres saber nada, como la realidad de los hospitales”, comentó visiblemente emocionada.
Los protagonistas que ponen voz a este relato radiofónico son los cinco enfermeros y comitentes del proyecto y algunos de los familiares que han tenido niños ingresados y que cuentan cómo es transitar por la difícil experiencia del ingreso. “Necesitaban hablar y contar lo que llevaban dentro, fue como abrir un grifo, había tantas historias y tan fascinantes…”, declaró Elena.
“Este podcast ha ayudado a desmitificar la profesión de enfermería y a comprender cómo es el día a día en nuestro trabajo y qué sucede realmente en la UCI, ayuda a entendernos”, concretó el enfermero Quique Chinea.
La última de las obras artísticas, el cuento ilustrado, ha sido ideado por el autor gallego Miguel López, más conocido como El Hematocrítico e ilustrado por la artista canaria Cynthia Hierro con el objetivo de ayudar al personal de enfermería a acompañar las emociones y sentimientos de los pequeños pacientes y facilitarles el expresarlas en el tránsito que es la experiencia de una hospitalización: “Está inspirado en situaciones comunes que provocan las enfermedades y en sus miedos asociados, con este trabajo he buscado respetar la voz de niñas y niños y evitar el adultocentrismo”, comentó el autor.
Lili Quintero, enfermera y comitente que acompañó al Hematocrítico en esta conversación, explicó el motivo de crear esta obra: “Creíamos que un cuento era la mejor manera de llegar a los niños, pensábamos en ellos por encima de todo, necesitábamos una herramienta entretenida que atrajera su atención”.
Hospitalidad contra pronóstico: el libro que reclama la salud como bien común y la cultura que cura
Este encuentro contó, además, con algunas de las voces que han participado en el libro ‘Hospitalidad contra pronóstico’ –lanzado el pasado mes de marzo junto a la Editorial Bartlebooth– que recoge los aprendizajes adquiridos a través de este largo camino de mediación del proyecto y que traza líneas de fuga para pensar la salud como bien común, más allá de lo exclusivamente sanitario. “La salud no solo la construye el médico, la salud la construye el paciente, el enfermero, el celador, el limpiador, la vecina… La salud la construimos todos”, recalcó la periodista Noemí López Trujillo quien ha escrito uno de los textos de este libro.
El libro también incluye un relato de ficción inspirado en la experiencia de un paciente en una UCI Pediátrica escrito por la autora Sabina Urraca quien leyó un pequeño fragmento del mismo ante la expectación y emoción del público.
El cierre a un evento tan emocional y profundo la puso un vídeo de la mediadora de Nouveaux Commanditaires y antigua integrante de la Fundación Daniel y Nina Carasso, mecenas fundador de Concomitentes en España, Anastassia Makridou-Bretonneau, que invitó a reflexionar sobre la labor desconocida del mediador:
“Cada proyecto que se realiza es una victoria contra el inmovilismo y el fatalismo, una prueba más de que la sociedad civil puede involucrarse de manera concreta y creativa en asuntos públicos, y que el arte es un actor esencial para cambiar nuestro mundo. El mediador no es, ni más ni menos, que un servidor humilde de estas magníficas causas”.
Tras el cierre de este evento, UCI Pediátrica entra ahora en una fase de impulso de los resultados obtenidos para conseguir que estos se repliquen en las UCI Pediátricas del resto de España para ayudar a niños y familiares a transitar por esta dura experiencia.