El martes 22 de octubre se presentó en el auditorio de Medialab Prado en Madrid, Concomitentes, la versión española de la iniciativa francesa Nouveaux Commanditaires, programa que promueve encargos artísticos con vocación social.
Desde hace 5 años somos impulsores apasionados de la iniciativa de Nouveaux Commanditaires en España. En efecto, como explica Isabelle Le Galo, directora de la Fundación para España, “desde los inicios de la Fundación en España, en 2014, nos pareció que este programa que conocíamos a fondo por su estrecha vinculación con la Fundación de Francia, resonaba de manera particularmente interesante con el momento social y político que vivíamos. Durante estos años, hemos ido trabajando desde la Fundación con muchos agentes y personas comprometidas con el rol social del arte y la importancia de la mediación cultural para construir una sociedad mejor”.
A partir del 2018 garantizamos la financiación a largo plazo de cuatro proyectos repartidos geográficamente por todo el país, al igual que la estructura organizativa que les engloba y acompaña: Concomitentes, un modelo enfocado a permitir la futura colaboración y co-financiación de todo agente interesado en estas dinámicas y sin protagonismo ulterior de la Fundación.
Con su presentación pública en Medialab, el programa arranca su trabajo de difusión a la vez que prepara la selección de los artistas que acompañarán cada proyecto. “Hemos presentado Concomitentes con sus primeros cuatro proyectos en estado incipiente, junto a sus comitentes, para desvelar así los procesos internos de cada uno”, señala Sören Meschede, coordinador del proyecto: “Nuestro interés no sólo está en la creación de una obra de arte como resultado final, sino también en la mediación que es la base de todas las concomitancias”.
Adaptación al territorio
En España, Concomitentes nació como una asociación sin ánimo de lucro y promueve la producción de obras de arte que proponen una solución a una necesidad de una comunidad y su entorno. Invita a grupos de la sociedad civil a convertirse en promotores ciudadanos (comitentes), de una obra de arte, al igual que acompaña su proceso de creación y negociación a lo largo de todo el proyecto (la concomitancia).
El colectivo lo forman Felipe G. Gil (ZEMOS98), Veronica Valentini, Fran Quiroga, Julia Morandeira y Sören Meschede. Mientras que Sören Meschede se encarga de la coordinación general de Concomitentes, los cuatro mediadores presentados a continuación actúan como embajadores del programa en sus respectivos territorios y con cada uno de los proyectos:
- Felipe G. Gil colabora con el personal de enfermería de la UCI pediátrica del Hospital Nuestra Señora La Candelaria de Tenerife, unido por el deseo de mejorar la gestión emocional de los pacientes que ingresan en su planta.
- Fran Quiroga trabaja con varias agrupaciones de vecinos de Betanzos, sobre el legado de los hermanos García Naveira, unos importantes mecenas y emigrantes de este pueblo gallego donde, entre otros proyectos, crearon el Parque del Pasatiempo, actualmente en estado de semi-abandono.
- Julia Morandeira acompaña al personal de la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid para repensar este espacio y sus servicios, reflexionando así sobre el futuro de la producción de conocimiento, de la institución universitaria y de la investigación artística.
- Veronica Valentini trabaja en Barcelona con un grupo de activistas a favor de la diversidad funcional en procesos de empoderamiento de estas comunidades y lucha contra los estigmas sociales.
Una metodología con impacto
La metodología empleada fue desarrollada en 1990 por el artista François Hers y desde entonces ha tenido un enorme impacto social y cultural, dando lugar en los últimos 25 años a más de 500 proyectos en diversos países de Europa y del mundo (África, América). Nouveaux Commanditaires, programa que promueve el desarrollo global de la iniciativa desde la Fondation de France, arrancó los primeros proyectos en 1990, y en los años 2000 su red ya estaba activa en Bélgica, Suiza, Italia y Alemania. En cada país, la iniciativa toma una forma propia, buscando una manera de trabajar adaptada a su contexto, pero manteniendo siempre su metodología de base.
¿Cómo funciona Concomitentes?
Cualquier colectivo ciudadano (comitentes) con una idea o un deseo para su comunidad y con el interés de tratar esta temática a través de una obra de arte o creación artística, puede entrar en contacto con la asociación. La primera fase comienza con la presentación de una propuesta que se discute y valora. Si se concluye que hay un interés real para el contexto y que el grupo de comitentes está consolidado y comprometido, un mediador o mediadora les acompaña hasta el final del proceso de la concomitancia. Conjuntamente se perfila así un encargo a un artista, seleccionado por su trabajo en coherencia con el encargo.
Se han realizado obras tan tangibles como la construcción de un palomar o la reforma de un colegio, esculturas públicas, piezas de video, musicales, u obras inmateriales que perviven más allá de las personas implicadas, conectando con toda la ciudadanía.
Más que un proceso de negociación
La conversación alrededor de la futura obra genera un nuevo espacio de intercambio y comunicación entre los diferentes actores sociales que escuchan nuevas opiniones y colaboran con artistas, lo que les ofrece la posibilidad de contemplar su contexto desde un nuevo prisma.
Los y las mediadoras ayudan a perfilar la propuesta inicial, sugieren artistas, coordinan la producción e interceden en la negociación para asegurar que la concomitancia llegue a sus objetivos. Poseen grandes conocimientos de arte y una especial sensibilidad para intermediar. Conocen el contexto social de los proyectos y están en contacto con los diferentes agentes que operan en él, desde las administraciones a iniciativas vecinales. Escuchan, investigan y, basándose en esta experiencia, también detectan propuestas por desarrollar.
¿Quieres ser comitente?
Todos podemos convertirnos en comitente: sólo hace falta una idea y las ganas de hacerla realidad. Pueden serlo desde una asociación popular a una iniciativa vecinal, pasando por compañeras y compañeros de trabajo, o un colectivo unido por una causa común como la motivación por resolver un conflicto, reactivar una plaza que fue emblemática, rememorar un acontecimiento histórico, o mejorar las condiciones de vida. Todas estas ideas fueron en algún momento el detonante para que un grupo de comitentes formulase un encargo y lo hicieran realidad.
¿Os animáis?
© Fotos Guillermo Gumiel