El sector filantrópico en España se ha unido de forma pionera, creando un movimiento para hacer frente a la crisis climática. En una primavera marcada por la pandemia, #FundacionesporelClima ha nacido para impulsar un cambio sistémico urgente, que solo podrá conseguirse si unimos nuestros esfuerzos.
Las alianzas para lograr el desarrollo sostenible están en el corazón de la Agenda 2030 y han de permear todas las estructuras de la sociedad. Por este motivo, no sólo las instituciones públicas, sino también el sector privado y la sociedad civil deben tejer redes inclusivas que actúen para frenar el calentamiento global. Esto es ahora más necesario que nunca, ante la urgencia que plantea la crisis climática y la grave situación generada por la pandemia de COVID-19.
Las fundaciones españolas, pioneras por el clima
Desde la Fundación Daniel y Nina Carasso y la Asociación Española de Fundaciones (AEF), hemos impulsado con energía e ilusión una coalición filantrópica española: Fundaciones por el Clima. Un movimiento abierto, en el que estamos deseando sumar al mayor número de fundaciones posible. Todas las áreas de la filantropía –no sólo aquellas especializadas en cuestiones relacionadas con el medio ambiente– pueden involucrarse de una u otra forma para implementar cambios en los distintos ámbitos de su acción y gestión.
Esta plataforma servirá para generar conocimiento a partir de la experiencia y la determinación de una amplia variedad de fundaciones. El diálogo y el trabajo conjunto permitirán intercambiar experiencias y conocimientos, así como integrar la emergencia climática y la justicia social en los proyectos sea cual sea el ámbito de actuación al que se dirijan sus principios fundacionales.
Este viaje compartido arranca siguiendo la estela de diversas organizaciones a nivel europeo, inspiradas por la invitación recibida en la Asamblea General del European Foundations Centre para comprometerse juntas y, de esa manera, acelerar la transición verde. Al ser conscientes de la acción urgente que requiere el cambio climático y de la falta de acciones coordinadas desde el sector filantrópico, varios países llevan meses trabajando en esta misma dirección. El movimiento se está desplegando a nivel europeo con un proyecto similar desde Donors and Foundations Networks in Europe (DAFNE) en relación a todas las plataformas nacionales de filantropía. En este sentido, un claro ejemplo de modelo a seguir es el pacto Funders Commitment on Climate Change, impulsado por varias fundaciones del Reino Unido.
Asimismo, la Fundación Daniel y Nina Carasso en Francia ha impulsado también una Coalición para el Clima cuyo lanzamiento está previsto para este mes de julio, bajo el liderazgo del Centre français des Fonds et Fondations (CFF), pero con vocación de que pueda agrupar también a otras redes filantrópicas galas.
El sector comienza así a tomar conciencia de su rol en la lucha contra el calentamiento global, pudiendo ejercer un liderazgo con efectos multiplicadores en toda la sociedad. Desde este planteamiento propusimos durante la celebración del encuentro #Demos2019 que las fundaciones españolas puedan ser también pioneras en la creación de una plataforma común en nuestro país.
A raíz de ese primer impulso, constatamos que la emergencia climática constituye una preocupación compartida fundaciones de muy diversos sectores. Esto ha hecho posible la creación de un grupo motor –formado por 45 fundaciones– que comenzó su andadura el pasado 4 de junio con una ilusionante reunión de arranque, previamente a la cual se había llevado a cabo una labor de mapeo y de entrevistas para identificar intereses, necesidades y potencialidades.
“Nos dimos cuenta de que este es el momento para cristalizar los esfuerzos, un momentum sentido por muchísimas organizaciones», afirmó en dicha reunión Isabelle Le Galo, directora para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso. “Es fundamental unir fuerzas, crear juntos y que nuestro sector responda de manera contundente porque no hay tiempo, nos quedan 10 años para dar un gran giro juntos”.
Las fundaciones como catalizador del cambio social
“Los ajustes ya no son suficientes, lo que hay que cambiar es el sistema”, expresó por su parte durante el encuentro Juan Andrés García, director de Formación, Estudios y Grupos Sectoriales de la AEF. Es necesario comprometerse porque “el cambio climático va a seguir tras la COVID-19, por lo que hay que afrontarlo como humanidad”. Precisamente este contexto global de urgencia abre también una ventana de oportunidad para ocuparnos activamente del cambio climático. “Durante el confinamiento hemos comprobado los efectos positivos en el clima y ahora debemos atender esta otra crisis”, agregó Javier Nadal, presidente de AEF.
Con este planteamiento en el horizonte, es necesario encontrar soluciones cooperativas y construir alianzas inclusivas con visiones y metas compartidas, que coloquen a las personas y al planeta en el centro. Las fundaciones deben jugar un papel importante en el flujo de información entre el sector público y el privado, para generar diálogo social y mejorar la vida del conjunto de la ciudadanía.
Así, la voluntad firme de esta iniciativa es inspirar a otros actores y encontrar soluciones de forma cooperativa a través del intercambio de aprendizajes. Para dar cuerpo a este movimiento se han creado diversos grupos de trabajo que ya están comenzando a articularse. Estos equipos trabajarán de manera progresiva sobre temas como la sensibilización, la desinversión en combustibles fósiles de los capitales fundacionales, la descarbonización de las operaciones, la reducción de la huella de carbono o la adecuación de los recursos (humanos, materiales, financieros…).
Paralelamente a estos núcleos temáticos de trabajo, la plataforma Fundaciones por el Clima llevará a cabo una encuesta a una muestra representativa de fundaciones –tanto afiliadas como no afiliadas a la AEF– sobre temas relacionados con el cambio climático y la crisis actual para poder valorar de forma realista la situación del sector.
Como resultado de las sesiones de trabajo colaborativo, acompañadas por Sense Tribe, las fundaciones implicadas darán forma a un manifiesto conjunto al que podrán seguir sumándose todas aquellas organizaciones filantrópicas que se sientan impulsadas en la lucha contra la emergencia climática.
Posteriormente se desarrollará un tool kit, cuyo objetivo será facilitar la adopción de medidas de lucha contra el cambio climático por parte de cualquier fundación interesada en dar pasos en este sentido. Asimismo, se difundirán los resultados del aprendizaje colectivo, para multiplicar los frutos de esta experiencia. A partir de ahí –y con #Demos2020 como punto de inflexión– se elaborará un Plan de Acción 2021 que consolidará a futuro el trabajo de Fundaciones por el Clima.
Un llamamiento para no dejar a nadie atrás
Tanto en la Fundación Daniel y Nina Carasso como en las más de 40 fundaciones que ya se han sumado a esta iniciativa somos conscientes de que el cambio tiene que provenir de una combinación de diferentes acciones que incitan a que la sociedad se movilice. Sólo así puede lograrse una transformación sostenible. Desde los gestos más pequeños e insignificantes a las medidas con un poder de transformación más estructural, cada paso es necesario.
Con esta causa común, hacemos un llamamiento a las fundaciones que quieran unirse a este gran reto, para aprender juntas y ofrecer herramientas a otras organizaciones. Unidas lograremos de manera más eficiente reducir los efectos del cambio climático y las desigualdades que genera. Es imprescindible un cambio de modelo sistémico que, como se repite insistentemente, “no deje a nadie atrás”.
Si quieres que tu organización se una a #FundacionesporelClima puedes escribir un correo a info@fundaciones.org especificando en el asunto del correo «Fundaciones por el clima» indicando el nombre de tu fundación, persona y datos de contacto. ¡Forma parte de este movimiento pionero de transformación!