Desde la producción hasta el consumo, nuestra alimentación genera un impacto sobre el conjunto de los territorios: biodiversidad, clima, justicia social, salud, empleo. Cada vez son más los actores que deciden impulsar estas temáticas mediante el desarrollo de sectores alimentarios de calidad y de proximidad, proyectos de recuperación de suelos agrícolas, de justicia y de democracia alimentaria, etc.
Innovación a escala local
Desde los municipios a las regiones, los territorios son laboratorios vivos en los que inventar el futuro de los sistemas agrícolas y alimentarios. Es desde los propios territorios desde donde los colectivos de actores se organizan para responder a las necesidades de su población, como vemos en el territorio de Drôme, en Francia, o en Valencia, en España. Trabajar a escala local permite implicar más a la población, crear vínculos de confianza entre los actores que se movilizan en torno a acciones comunes y garantizar, además, una mayor coherencia entre iniciativas públicas y privadas.
Experimentar, comprender y poner en común
Como estrategia para acelerar las transiciones agroecológica y agroalimentaria a nivel territorial, dirigimos nuestro apoyo a experimentaciones por parte de los territorios, a la puesta en red de las mismas (Réseau de villes pour l’agroécologie, Terre en Ville, ALTAA) y al análisis de sus impactos, en particular desde el programa TETRAA, en colaboración con AgroParisTech.